7.1.11

La Iglesia y el año electoral

La Iglesia y el año electoral
Martes, 04 de Enero de 2011 11:45

El 2011 será también un año electoral para la Conferencia Episcopal Argentina, que por primera vez en seis años no podrá reelegir al cardenal Jorge Bergoglio para presidir el máximo organismo eclesiástico y deberá renovar buena parte de los integrantes de la mesa ejecutiva.

Por Guillermo Villarreal

Agencia DyN

Para la Iglesia será además el Año de la Vida, declarado para contrarrestar el avance legislativo de los proyecto para despenalizar el aborto y para fomentar en la sociedad conciencia de que tanto la madre como el niño por nacer deben ser acompañados y protegidos.

Los obispos buscarán en este sentido estrategias comunes para no sufrir una derrota similar a la que el ex presidente Néstor Kirchner les infligió este año, al imponer la ley de matrimonio igualitario en medio de chicanas, presiones y hasta supuestas denuncias de compra de votos.

Asimismo, seguirán trabajando en el programa bicentenario 2010-2016, destinado a promover instancias de diálogo que permitan alcanzar consensos sobre políticas de Estado tendientes a erradicar la pobreza y la exclusión social y a promover el desarrollo integral de los argentinos.

La salida de Bergoglio de la cúpula episcopal será, tal vez, la nota distintiva del año electoral eclesiástico. Pero no la única, dado que el primado también deberá presentar ante el Papa su renuncia al arzobispado de Buenos Aires, por alcanzar los 75 años que estable como límite el Código de Derecho Canónico.

Esto será recién en diciembre de 2011 y, si bien puede seguir en el cargo por varios años, puertas adentro ya se habla de la sucesión y hasta de un "inminente" nombramiento de un arzobispo coadjutor para coordinar la transición.

Visto como el "líder espiritual" de la oposición, ambas noticias referidas al primado son aplaudidas en la Casa Rosada, que también deberá definir si Cristina Fernández busca la reelección o se opta por otro presidenciable para octubre.

Mientras tanto el arzobispo José María Arancedo (Santa Fe), actual vicepresidente segundo, aparece a priori como el más firme candidato a suceder a Bergoglio en la presidencia del Episcopado.

No está tan claro, sin embargo, quienes podrían acompañarlo en la mesa chica. Héctor Villalba, de Tucumán y vicepresidente primero, ya superó la edad de jubilarse y no la integraría por un tercer período.

Otras fuentes especulan con la llegada del arzobispo Andrés Stanovnik (Corrientes), pero su candidatura está condicionada a su labor en el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), donde es vicepresidente, y las versiones repetidas de cardenalato y hasta de un futuro como funcionario en la Curia Vaticana.

De no ser Stanovnik, podría reingresar Agustín Radrizzani (Mercedes-Luján), con un perfil más dialoguista, y desplazado de esa mesa ejecutiva hace tres años.

El caso de Héctor Aguer (La Plata) es al menos atípico, ya que logra un importante caudal de votos en la primera vuelta pero la confianza mayoritaria de sus pares. Caudal electoral que luego pierde en instancias sucesivas. Su nombre igual figura entre los candidatos.

Con menos chances José Luis Mollaghan (Rosario), José María Arancibia (Mendoza), Carlos Ñáñez (Córdoba) y el novato arzobispo Juan Puiggari (Paraná), en ese orden.

También habrá cambios sustantivos en comisiones episcopales clave como Pastoral Social o Cáritas Argentina, dado que ni Jorge Casaretto ni Fernando Bargalló podrán ser reelectos.

De: http://www.ecosdiariosweb.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=6618&catid=13&Itemid=15

26.11.10

Benedicto XVI - Función peculiar de los Periódicos Católicos

“…Esta es la función peculiar de los periódicos de inspiración católica: anunciar la Buena Nueva a través de la narración de los hechos concretos que viven las comunidades cristianas y de las situaciones reales en las que se insertan. Como una pequeña cantidad de levadura, mezclado con la harina, hace fermentar toda la masa, así la Iglesia, presente en la sociedad, hace crecer y madurar lo que en ella hay de verdadero, de bueno y de bello; y vosotros tenéis la tarea de dar cuenta de esta presencia, que promueve y fortifica lo que es auténticamente humano y que lleva al hombre de hoy el mensaje de verdad y de esperanza del Señor Jesús… Sabéis bien que, en el contexto de la postmodernidad en la que vivimos, uno de los retos culturales más importantes implica el modo de entender la verdad. La cultura dominante, la más difundida en el areópago mediático, se coloca, respecto a la verdad, con una actitud escéptica y relativista, considerándola igual que las simples opiniones y considerando, en consecuencia, como posibles y legítimas muchas “verdades”. Pero el deseo que hay en el corazón del hombre atestigua la imposibilidad de contentarse con verdades parciales; por eso, la persona humana "tiende hacia una verdad ulterior que pueda explicar el sentido de la vida; por eso es una búsqueda que no puede encontrar solución si no es en el absoluto” (Juan Pablo II, Enc. Fides et ratio, 33). La verdad, de la que el hombre está sediento, es una persona: el Señor Jesús. En el encuentro con esta Verdad, en conocerla y amarla, encontramos la verdadera paz la verdadera felicidad. La misión de la Iglesia consiste en crear las condiciones para que se realice este encuentro del hombre con Cristo. Colaborando en esta tarea, los órganos de información están llamados a servir con valor a la verdad, para ayudar a la opinión pública a mirar y a leer la realidad desde un punto de vista evangélico. Se trata de presentar las razones de la fe, que, en cuanto tales, van más allá de cualquier visión ideológica y tienen pleno derecho de ciudadanía en el debate público. De esta exigencia nace vuestro compromiso constante de dar voz a un punto de vista que refleje el pensamiento católico en todas las cuestiones éticas y sociales”. Ciudad del Vaticano, viernes 26/11/2010 - http://www.zenit.org/article-37412?l=spanish - discurso del Papa Benedicto XVI durante la audiencia concedida a los participantes en la Asamblea de la Federación Italiana de Semanarios Católicos (FISC).

14.11.10

Los valores no negociables

La Iglesia Católica ha ganado un merecido prestigio y autoridad por su clamor por la justicia y su sensibilidad hacia los pobres y excluidos de la sociedad. Pero también es manifiesta la hostilidad de los medios de comunicación social cuando hablamos del matrimonio y la familia, de biotecnología, del respecto irrestricto a la vida en todas sus fases, del derecho inalienable de los padres a decidir acerca de los valores morales en los cuales deben educarse sus hijos. Este cuerpo de doctrina constituye lo que el Papa Benedicto ha denominado “valores no negociables”. (Antonio Marino, obispo auxiliar de La Plata, 24 de junio de 2010).