9.5.10

Discriminemos con gozo !!

La creación manifiesta un diseño articulado desde el ser de cada realidad o ente. Y , tanto en el diseño de la obra, considerada en su totalidad como en el ser de cada ente o realidad se revela la sabiduría divina ya que cada cosa expresa con su ser una imagen de la intelección creadora.
A ese respecto dice Santo Tomás:
I, 93, a.2, ad 1. "Lo imperfecto es una participación de lo perfecto. Por ello, incluso las cosas que no cumplen las condiciones de imagen participan algo del concepto de imagen en cuanto que poseen, en sí mismas, algunas semejanza de Dios".
Más aún, ese mismo diseño creacional discrimina el orden de perfección:
I, 93, a.2, c. "A Dios se asemejan las cosas, en primer lugar, y de un modo muy común, en cuanto que existen; en segundo lugar, en cuanto que viven; finalmente, en cuanto que saben o entienden".
Por lo tanto, el hombre creado a imágen y semejanza está llamdo a expresar en sus actos la perfección de su naturaleza, que como tal lo ordena a realizar lo perfecto.
I, 93, a.6, c. "en todas las criaturas hay alguna semejanza de Dios, sólo en la criatura racional se encuentra la semejanza de Dios como imagen, ..., y en las demás se encuentra sólo como vestigio. Pero la criatura racional es superior a las otras por el entendimiento".
Las demás creaturas, fuera del hombre, expresan el ser en su contingencia pero no realizan lo perfecto. Esto es propio del hombre.
¿Qué sucede si el hombre no busca lo perfecto? Debe ser discriminado por obrar fuera del orden creacional.